Comienzo yo:
Siempre he estado luchando frente a la adversidad. La vida siempre me pone en aprietos desde el vientre materno. Con 5-6 meses de gestación, nací prematuro y estuve al borde de la muerte en una incubadora durante meses.
Yo no tengo memoria de ese hecho, pero para quien no sepa, soy en si mismo, mi propia historia de lucha y superación:
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Una dificil gestación y un parto de pie, con médicos que daban pocas esperanzas de vida. Alguien había tomado la decisión de vivir.
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Afuera, un padre ausente. Según me cuentan, me negó, una historia que algún día debo desentrañar. En consecuencia, una infancia, niñez y adolescencia sin ese soporte tan necesario que es tu padre.
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Un contexto de crianza con mucha mentalidad de pobreza, incluyendo el contexto país, un lastre que me he ido quitando desde los 33, gracias a ser autodidacta. Alguien había decidido ser próspero (en toda la extensión de la palabra) que no es lo mismo que rico. Va más allá de eso.
Y así, a mis 45, sigo luchando, pero por influir positivamente en mi vida (eso no para) y en la de mi entorno (incluyéndoles). Finalmente, alguien decidió un día aportar todo de sí y comenzar a dejar una huella.
Entonces, cuando alguien o algo quiere venir a derrotarme, que sepa que ya sé el sabor de la derrota, y el de la resiliencia también.
Tu turno.